martes, 27 de septiembre de 2011

¿Que pretende usted de mi?


¿Cuántas veces estuve parada en este lugar? Creo que nunca, o quizás muchas veces, pero de diferentes perspectivas, o de diferentes hechos o distintas personas, pero curiosamente siempre me siento igual, con este vacío inmenso que parece difícil de llenar, entonces analizo si el problema son los demás o asumir responsabilidades y ver que quizás el gran problema de esta encrucijada soy realmente yo, darme cuenta que dar todo de mi se siente bien durante un tiempo limitado, mientras que lo que procede a eso es un dolor casi sin límite de tiempo, quizás o mejor dicho seguramente soy muy pretenciosa, lamentablemente es algo que no domino y aunque quiera no puedo cambiarlo, entonces estoy enfrente de dos opciones asumir las cosas y bancarme lo que no viene o hacer el gran esfuerzo de ponerme realmente una coraza para que nada ni nadie me dañe. Ya les dije, intento dar todo de mi a todas las personas que quiero y hasta quizás las que no tanto también, quizás tengo el gran problema de haber perdido a una persona que ame muchísimo y de la cual se fue sin darme ninguna demostración de amor y ese vacío de recuerdos es algo que no tolero, podría ser el motivo de mi forma de ser, quiero demostrar todo el tiempo, pero también busco demostración, necesito ese plus para comprobar que estoy bien, o que me quieren o que valgo algo para alguien, generalmente nunca llega, generalmente quizás llega pero no de la manera que quiero, entonces sí, es mi gran problema.
Hace poquito encontré algo hermoso, pensé que era distinto, que valía la pena probar y quizás dejar de lado todo por hacerlo crecer, no puedo decir que me di cuenta que es igual a los demás porque sencillamente así no es, pero la decepción llega tarde o temprano, y duele y no se dan una idea cuanto. PRETENDO VIVO PRETENDIENDO COSAS, pongo todas mis cartas sobre la mensa, digo toda mi verdad como jamás en mi vida lo he hecho, Y PRETENDO que del otro lado sea igual, y no, créanme que no es así, cuando lo explorabas te mostraban otra vida, cuando lo obtienes son todos peros y tiempos y excusas.
PRETENDO, PRETENDO, PRETENDO, sin dudas mi única pretensión en esta vida es la felicidad, y si, debería dejar de pretender y salir a buscarla, cuando intento hacerlo me dan motivos para abandonar la batalla y vuelvo a la comodidad de la pretensión, por el momento no me quedan más armas para esta batalla, pero no me rindo… algún día volver a reunir las fuerzas para salir a flote, hoy no, hoy me quedo sumergida.