jueves, 2 de junio de 2011


Por fin llego a mi vida un poco de luz y felicidad. Estaba tan acostumbrada a la muerte y a su permanente presencia que ya no tenía esperanzas de sentir la vida tan a pleno. Desde el día que me anunciaron tu llegada sabia que algo dentro mío iba a cambiar, que de a poco se iba prendiendo una luz en mi interior llena de tanta oscuridad, me pase días imaginándote, sabiendo que en el futuro ibas a ser la criatura que me llamara tía, esa palabra que tanto soñé que me dijeran, te imagine jugando con tus primos (mis futuros hijos), te vi tirando flores antecediendo mi entrada para casarme con tu tío, me arme una película tan linda, volví a soñar y a creer que los sueños se pueden cumplir.

Pase las horas más nerviosas de toda mi vida cuando no querías salir, te hiciste desear tanto, sufrí tanto esas horas, hasta que llego el mensaje de tu tío:

- Ya esta

- Ya está qué?

- SOS TIA

Después de seis años mis ojos no dejaron de destilar lágrimas, pero esas lágrimas de felicidad que jamás experimente, la luz invadió totalmente mi ser, y me sentí feliz, apenas respirabas tu primera bocanada de aire y con ese sencillo acto revolucionaste mi mundo.

Hasta que llego el momento de conocerte, y estabas ahí en brazos de mamá, rodeada de tu papá y abuelos, y me volví a sentir en familia, una nueva familia. No pude evitar rozar tu piel, y tu estremecimiento al sentirme me provoco electricidad, no estamos vinculadas por sangre pero si de alma y en ese momento lo sentí, ver como apretabas mi dedo fue uno de los momentos más sublimes y puros que jamás sentí en mi vida.

Son cosas sencillas, pero créeme que después de haber sufrido tanto, una bendición como esta a mi vida es sencillamente un Milagro.

Tu abuela esta tan chocha como yo por tu nombre, y me dijo “¿Sabes que significa Alma?, DAR VIDA”, y si Almita mía, vos me devolviste la vida.

Tu tía